Mucho se ha repetido que los jóvenes son el futuro de
cualquier país; Que desde sus mentes y corazones debieran construirse los
factores que determinen el rumbo de la próxima generación, sin embargo hacen
falta elementos detonantes para que los jóvenes participen y desde ahí sean el
factor de cambio que les corresponde. Veamos algunos de estos elementos:
Un primer elemento determinante lo es que el joven este informado de las realidades
que rodean y que afectan su comunidad
(vecinal, educativa, religiosa, deportiva, cultural, etc.), ciudad ó país.
Un segundo elemento sería que el joven procese la información. El análisis y el proceso de la
información que llega a los jóvenes deben ayudarles a normar una opinión y
criterio.
El tercer elemento será que una vez conocida y procesada la
información, el joven se sienta
impulsado a hacer algo frente a esa realidad. Con la confianza de que puede
alterar esa realidad de manera positiva.
Hasta ahora pareciera suficiente que aplicando la formula información, análisis y acción, los
jóvenes sean potencialmente factores de cambio, sin embargo también existen otros
factores que condicionan a los anteriores, y me voy a enfocar particularmente
en uno: En que los jóvenes sean escuchados y tomados en cuenta.
Soy un convencido de que la apatía que tanto cuestionamos en
las juventudes modernas tiene que ver más con la falta de espacios que con la
falta de ánimo por parte de los jóvenes. Y aquí quiero hacer una acotación; no
es lo mismo involucrar a los jóvenes en actividades, que la creación de
actividades a partir del sentir y pensar de los jóvenes, de sus ideas e
ideales.
Un ejemplo de lo anterior lo pude palpar en días recientes en
la firma de un convenio de colaboración cuyo tema central eran los pueblos
indígenas; ahí participó como orador un joven indígena quien expresó que antes
se habían creado programas, comisiones, talleres, apoyos, etc. para la
comunidad indígena pero siempre a partir de una lógica de escritorio y de
encuestas; ahora celebraba un convenio que partía de consultas directas con
ellos, y además les involucraba participativamente. La gran diferencia.
La filosofía del municipio de Guadalupe “Con la Fuerza de la
Gente” se mimetiza en cada actor social, y encuentra un importante nicho en “La
Fuerza de los Jóvenes”… Programas como Reta en Tu Barrio, Protejamos el Cerro
de la Silla, Pinta de Murales y muchos otros se han recogido escuchando e
involucrando a los jóvenes.
Cada joven es potencialmente factor de cambio; nuestra
realidad actual necesita de los jóvenes, su participación activa ya no es una
opción, sino una urgente necesidad para fortalecer el tejido social y en
consecuencia abonar en la solución de problemas de la comunidad.
Definitivamente que somos una fuerza importante; pero más que el futuro, me gusta pensar que somos el presente, los jóvenes. Saludos Gabriel.
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