El Montañismo me da la oportunidad de conocer lugares asombrosos.

martes, 23 de julio de 2013

Caminando entre recuerdos... Cd. Guadalupe


Hay personas, lugares y objetos que en algún u otro sentido se quedan tatuados en nuestra memoria, nuestros recuerdos, en nuestra vida. Mi querida ciudad Guadalupe y de manera particular su zona centro son un mar de recuerdos en mi. Mi familia se avecindó en el centro de Guadalupe desde hace más de 4 generaciones, por lo que tuve la fortuna de crecer ahí, y de entre tantos lugares la plaza principal es uno muy especial.
Pocos municipios en el área metropolitana pueden presumir de contar con una plaza principal como la de Ciudad Guadalupe; Una plaza llena de historia, de tradiciones pero sobre todo de vida y de ello dan cuenta la cantidad de personas que a diario visitan y disfrutan de este espacio en el corazón de mi pueblo. La iglesia del Señor de la Expiración, la de Guadalupe, el palacio municipal, el teatro municipal y la escuela José E. González (antes Serafín Peña) flanquean este importante espacio social, religioso y cultural.
Mi primer recuerdo de la plaza data de cuando yo tenía 4 ó 5 años y me llevaron a la feria que se instalaba con motivo de las fiestas patronales de nuestra Señora de Guadalupe. Fiestas muy coloridas de las que tengo los mejores recuerdos. Y como podría olvidar los gritos de Independencia en el palacio municipal, donde acudíamos la familia a la plaza, para después reunirnos en la casa de algún familiar… ahora como funcionario público en los que participo en las conmemoraciones del 16 de septiembre, me envuelve un sentimiento de nostalgia y de buenos recuerdos.
Recuerdo también que de niño solía subir al balcón sur del palacio municipal a jugar y pensaba que en cualquier momento saldría alguien de la oficina que daba al balcón a regañarme; Desde hace 4 años esa es mi oficina como Secretario de Ayuntamiento.
Siguen pasando años y aún sigo caminando por esa plaza y caminando sobre mis propios recuerdos…

lunes, 8 de julio de 2013

Celebrando la Vida


La semana pasada celebré un año más de vida; usualmente hago reuniones en lo particular con los diversos grupos de amigos con los que tengo la fortuna de contar: Los de la infancia, los de la juventud, de la carrera, notarios, compañeros de trabajo, de deportes, y con los que he coincidido a lo largo de mi vida y que hemos cultivado una amistad. Esta vez decidí reunirlos a todos en un mismo evento cumpleañero, el resultado: Un cumpleaños rodeado de mucha de la gente que estimo y que celebro contar como amigos.
Se dice que quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro y debo reconocer que soy afortunado por contar con tantos amigos, con quienes comparto mucho de lo que soy, mucho de lo que fui y también muchos de mis sueños futuros.
Dice un conocido refrán “No le quites años a tu vida, ponle vida a tus años” y la muestra de afecto y cariño que he recibido me hacen pensar que he sembrado y cultivado de la mejor manera en el fértil terreno de la amistad. Gracias a los amigos con quienes comparto la experiencia de la amistad; ya espero tambien los que faltan por llegar...