Hace algunos días visitando una colonia en
Guadalupe, pude ser testigo de un hecho que cada vez ocupa mayores estadísticas
en nuestra sociedad; el embarazo en adolescentes y jóvenes de temprana edad.
Conocer de tan cerca de esa problemática me llevó a investigar datos duros, y
entre muchos, encontré los siguientes que me parecen relevantes:
En el 2012 la Secretaria de Salud en Nuevo León dio
a conocer una estadística preocupante: "de una población total de 400
mil niñas menores de 18 años, alrededor de 9 mil se encuentran en riesgo de
embarazos no deseados"... Ya antes en el 2011 la misma autoridad
había hecho un estudio en el que se dio a conocer otro dato demoledor: "Uno
de cada tres bebés que nacen en Nuevo León, sale del vientre de una mujer menor
de 20 años". y se hicieron dos acotaciones que merecen ser tomadas en
cuenta:
a) “Lo
que hemos encontrado es que las madres adolescentes suelen tener menos
escolaridad, o sea, dejan la escuela tempranamente, no terminan primaria o no
terminan secundaria; no practican deporte, las muchachas que están en deportes
organizados tienen menos riesgo de embarazo”.
b) “Las
muchachas que están más apegadas a la religión, cualesquiera que ésta sea,
tienen menos riesgo de tener embarazo"
Encuentro 2 reflexiones que quiero compartir:
La primera tiene que ver con el hecho de que hoy en día existe una
evidente falta de difusión a programas de orientación sexual; particularmente en medios electrónicos. Antes era común ver en televisión anuncios
para prevenir enfermedades de transmisión sexual, de responsabilidad sexual y
de prevención del sida; ello traía consigo de manera aparejada una prevención
de embarazos en jóvenes y adolescentes. Si a los jóvenes y adolescentes no les
llega el mensaje, la problemática crece.
La segunda tiene que ver con el bombardeo de sexualidad constante a que
son sometidos los jóvenes y adolescentes. El uso de internet, lo que se
comparte en redes sociales y la propia televisión se encuentran plagados de imágenes
con alto contenido sexual. Eso de manera evidente provoca inquietudes y
curiosidades en los jóvenes y adolescentes resultando así como principal problema,
el embarazo no deseado con las estadísticas que ya vimos; Asimismo podría
hablarse también de un aumento en el índice de enfermedades de transmisión sexual
entre adolecentes y jóvenes.
Debemos ir a la raíz del problema y profundizar en la problemática,
social, económica, cultural, educativa y de valores que vivimos. Sin embargo
puedo señalar que la educación en valores es fundamental, lo mismo que la
educación sexual que den los padres hacia los hijos, eso podría ser un factor
determinante entre que se dé ó no, un embarazo temprano. Pensemos en ello.
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