Desde hace poco menos de un año y como consecuencia de mi función en el servicio público he tenido mucho acercamiento con hombres y mujeres que desempeñan su trabajo en Bomberos y Protección Civil. He conocido de primera mano los actos heróicos de estos compañeros, quienes sin ningún afán protagonista arriesgan literalmente la vida para salvar a otras personas.
Hace poco menos de un mes y durante un fuerte aguacero que se dejó sentir en la ciudad, un matrimonio quedó atrapado por la corriente del Río la Silla, sosteniéndose apenas abrazados del tronco de un árbol y en una evidente situación que ponía en riesgo sus vidas. Acudieron al lugar elementos de Bomberos y de Protección Civil y descubrieron que la situación era más que complicada, resultaba imposible que alguien pudiese entrar al río debido a lo fuerte de su corriente de agua; Sin embargo la convicción, creatividad y coraje impulsó a estos valientes hombres a una idea arriesgada: acercar a una persona con la escalera de un camión de bomberos por encima del río hasta donde se encontraba aquel matrimonio atrapado, luego esa persona bajaría y aseguraría a las personas para llegar finalmente a la ejecución final de aquel rescate.
Aquella arriesgada idea, resultó en un acierto y se salvó al matrimonio. Tan heróica fué la tarea de aquel rescate que medios locales y nacionales dieron cuenta de ello.
El mundo está urgido de personas valientes con espíritu de servicio y dispuestas a dar lo mejor hacia los demás, y yo encuentro en cada uno de los hombres de Bomberos y Protección Civil a personas de gran valor, que hacen una enorme diferencia en nuestra comunidad, en nuestro país, en el mundo. De eso estoy seguro.
